El sendero de hoy me ha traido olores de mi niñez, cuando vivía en un pequeño pueblo en la falda de una montaña, rodeada de olivos y almendros. Cuando mi mayor preocupación era correr y jugar en la calle, hacer excursiones, hacer brevajes mágicos... ser feliz.
Ahora ya soy una adulta, y como tal debo hacer cosas de adulta, tomar decicisiones de adulta, equivocarme como una adulta.
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