sábado, 29 de agosto de 2009

De regalo: un beso

Cuando se tienen catorce o quince, crees que todo puede ser, que vas a ser lo más... pero cuando va pasando el tiempo y pasan veinte años ves como alrededor tuyo la gente cambia, evoluciona, crece. Y no es que tu no hayas crecido, también lo has hecho. Pero hay momentos en los que el tiempo parece no haber pasado y que vuelves a tener quince años.

Unos de esos momentos "mágicos" son las fiestas de tu pueblo, si ese pueblo en que jamas vivirías, en el que hay momentos en que lo odias profundamente, sin embargo esos cinco o seis días casi siempre vuelves, para estar con tus amigos de siempre, con aquellos con los que empezaste a tomarte tus primeras cervezas, a fumarte tus primeros cigarrillos, tus primeros besos... con los que empezaste a ser mayor.

La plaza, ese lugar en que antaño no apetecía estar, era para gente mayor, y para colmo te obligaban a estar, es ahora el lugar donde pasas la mayor parte del tiempo. La orquesta, que hay que decirlo, cada vez es más profesional. Los sonidos, los olores, la verdad es que no parece que haya pasado el tiempo. Los saludos a los que antaño fueron "tus amores de verano" con los que nunca tuviste nada más allá del mes de agosto... te recuerdan que aunque pase el tiempo, la feria siempre será la feria.

viernes, 28 de agosto de 2009

De regreso

Voy a retomar esto de escribir en el blog. Hace dos años que no me dedicaba a estos menesteres y la verdad es que es una pena.
¡Como a cambiado mi vida en estos dos años¡ Si me lo dicen no me lo creo.
Me compre un piso... pero ahora ya no vivo en él, el trabajo me ha mandado a 500 kilometros de mi, por ahora, posesión mas preciada.