E irremediablemente, no ha pasado nada. Bueno en realidad si. No me han dado, la que yo quería que hubiese sido mi plaza, pues se la han dado a otro. Sé que iba a pasar, aunque en los últimos días había albergado esperanzas. Ahora la pelota ya no está en mi tejado. Ya tan solo me queda esperar, esperar a que los demás tomen sus decisiones. Tan solo tengo que preocuparme por aquellas cosas que debo controlar, principalmente el italiano. Así que nos dejaremos de llantos y procederemos a estudiar.
Así debe de ser.
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