El pueblo

 Hubo un tiempo en el que el pueblo no era de mi agrado. Luego llegaron los senderos y el gusto por caminar. Entonces el pueblo empezó a tener encanto. 

Caminar viendo olivos, mares de olivos y esos atardeceres de color rojizo que nos regala  el lugar.

2020

Te despedimos 2020. Vas a ser un año recordado, un año importante en los libros de historia. Un año malo, nefasto dirán algunos, año donde nos dejaron muchos, año triste por tanto para muchos.

Sin embargo, año donde redescubrimos lo importante de los besos y los abrazos, la belleza de un paseo al atardecer o pasar la tarde jugando en el parque. 

Nos dejas muchas cosas malas, pero también las buenas, de las que nadie habla hoy, pero que han estado ahí. 

Quinto día.

Vamos ya a acabar el quinto día. Ha habido un momento a lo largo de la mañana que en el que he dudado si era miércoles o jueves. Poco a poco las cosas se van calmando, o al menos eso parece. La peque comienza a desesperarse y yo con  ella. ¡Cómo me gustaría que pudiésemos salir a dar simplemente un paseo!
Lo del teletrabajo cada vez va calando en más gente, mañana haré mi clase de zumba por una red social.
Me estoy empezando a plantear lo de la red social para la comunicación con mis alumnos.

Cuarto dia

Hoy ha sido un día menos estresante que ayer, porque días como ayer la verdad es que he vivido muy pocos. Fue un caos, muchísimo teletrabajo, el WhatsApp echando humo y la pequeñaja dando la tabarra (Angélico mío). Menos mal que he salido a la calle, tanto ayer como hoy. Sintiéndome como una fugitiva, una fuera de la ley. 10 minutos de libertad.

Tercer día

Mentalmente, agotada

Segundo día de la cuarentena

Segundo día de la cuarentena. Sigo cumpliendo con mi propósito: escribir en el blog. Hoy ha sido un domingo "casi normal", como uno de esos de invierno: en los que hace mucho frío, llueve y no podemos sacar a mi suegra de la residencia, pero con sus churros y su pollo. Que estuviese la señora de los churros abierta me ha parecido una temeridad, pero la verdad es que bien buenos estaban. El bar de los pollos, solo ha abierto para comidas a domicilio. A parte de esto, lo normal de todos los domingos: poner las lavadoras que faltaban, recoger la ropa, la plancha se dejará para mañana, como todos los lunes. Cosas diferentes, además de que hoy no he pisado la calle, hemos estado colocando la pizarra, para los vídeos de mi tele trabajo. Mañana, cuando tenga las instrucciones claras ya veré como lo voy planteando. Propósitos para mañana: instaurar una rutina, un calendario o un plan de trabajo como quiera llamarlo.

Primer día de la cuarentena.

Hoy ha comenzado oficialmente la cuarentena. En menos de una semana hemos pasado de un "no pasa nada, manifestemonos" a  "solo puedes salir de casa sola si vas a comprar comida o al trabajo" bueno y si vas a la pelu, no sea que el apocalipsis te pille despeinada.  

Pues eso que hoy ha sido nuestro primer día de confinamiento, de la niña y mío, que mi chico aún va al trabajo. Yo ya no, menos mal porque si no, no se qué hubiésemos hecho con la peque. Yo a partir del lunes teletrabajo: tengo que preparar mis clases virtuales y hacer planes de trabajo para mis alumnos y alumnas ( pero bueno, eso será harina de otro costal, o bueno de otra entrada) 

Hemos salido a comprar el pan, y me he dedicado a hacer lo que suelo hacer todos los sábados: recoger y poner lavadoras. Claro no he podido bajar a comer con mi hermana y tampoco a comprar, ya en la tarde si me ha entrado un poco el agobio de no poder salir. Pero bueno, habrá que tomarselo con calma que aún quedan 15 días como mínimo.