Había momentos en los que se sentía muy sola, momentos en los que sentía en soledad. No sabía como había llegado a ese punto, pero muchas veces le asustaba esa soledad. Le asustaba que el rechazo que le mostraban a veces, se volviese infinito y entonces si que estaría sola. No entendía como había pasado el año, qué es lo que había hecho mal para no entrar en algunos círculos, como había sido excluida. No entendía tantas cosas... si ella solo pedía una cosa: tener amigos ya que a otras cosas ya había renunciado, tal vez debiera renunciar también a esto. No lo sabía. Tal vez su destino, ese que buscaba entre números y números, estuviera marcado por la soledad. A veces tenía la impresión de que solo la buscaban si necesitaban algo, si no necesitaban nada, era prescindible e incluso molesta y ese sentimiento le carcomía el alma.
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