Nieve II

Segundo día.

El despertador sonó a las siete y media, la misma hora que el día anterior... esta vez tenían que recoger, pagar, guardar todas las cosas, ir y buscar las botas malditas y los maravillosos esquis. 

Como el día anterior, subieron cada uno en su telecabina, había tanta gente .... Llegaron hasta arriba, abrochar las botas embadurnarse de cremita e ir a buscar a su profe R., el día anterior les prometió que subirían al telesilla.  Un poquito de práctica por los lugares que ya habían estado el día anterior y por fin llegó el momento: subida en  el telesilla. Menos mal que iban con el profe, porque sino seguro que se caen, pero seguro seguro... y ahí arriba estaban ellos. No se lo podían creer. Hasta tres veces subieron con el profe, lo hacían mas o menos "bien" o "mal" según se mirase. Ella se cayó un par de veces, bueno el día de antes solo se había caído una vez, pero claro estaban haciendo cosas mas difícil...  

Comieron como el día anterior, y después se volvieron valientes: decidieron subir solos en el telesilla, primera duda: ¿ahora por donde bajamos?  "yo creo que hay que ir hasta lo amarillo"  y después "cruzamos por debajo del telesilla" algún grito que otro, pero bueno hasta ahí todo bien. De repente el se fue, se embaló rápidamente y ella lo perdió de vista. Seguiría ella sola. No terminaba de controlar, los giros no terminaban del todo bien, con lo sencillo que era la teoría, haces  la cuña, bajas el hombro izquierdo, te levantas, el derecho... pero en la práctica, le había supuesto dos caídas. Cuando por fin llego hasta abajo, lo encontró. Estaba pálido, pero pálido, pálido. Le contó que casi se mata, que había tomado tal velocidad y no podía parar. Ambos decidieron que ese día no subirían mas en el telesilla, que aun les faltaban unas pocas de clases particulares..