A veces, sin querer, algunas personas que nos encontramos por la calle nos recuerdan a otras conocidas. Pensamos... si son igualitos, igualitos...
Ayer me paso una cosa así: alli estaba él, no tendría más de doce años, con su jersey, su bufanda y gran libro en la mano... ¿como se puede ir a un musical con un libro en la mano?
De pronto, los tres nos miramos y nos pusimos a reir... era como ver una pequeña versión de ti, delante nuestro: un mini-tu
Supongo que será la única manera de soportar un musical, no?
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