Le gustaba hablar por teléfono. Sobre todo si hacia tiempo que no hablaba. La sensación, después de estar casi una hora colgada de ese aparato le gustaba, le recordaba que aun lejos, estarían ahí para siempre. Dos personas, que nunca se habían llegado a conocer, y que eran tan importantes en su vida. Las echaba de menos.
La vida las había colocado en lugares estrategicos... pero las distancias físicas pueden salvarse, las otras no.
A la mente le venia, su primera compra en el supermercado y como no podía abrir la puerta, de la que iba a ser su casa durante un año, y como ella se la abrió, aun no sabían que iban a compartir sus vidas. Tantos momentos, tantas historias, tantas risas y tantos llantos...
Siempre con las palabras adecuadas, parece que el tiempo no pasa, que son las personas que siempre fueron, no importa que las separe mas de mil kilómetros. Siempre estarán ahí.
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