viernes, 7 de enero de 2011

Va de recuerdos...

Cuando se es adolescente se hacen locuras, bueno dejemoslo en tonterias.
Hoy me ha venido a la mente, un verano. Eramos adolescentes.
Habia una discoteca de verano justo en la salida del pueblo.
Más alla de ésta,  la oscuridad.
La oscuridad: complice de muchos besos,  de muchas borracheras, de algún que otro cigarrillo, de largos paseos pero nunca sin llegar hasta el cementerio, bastaba con quedarse a mitad del camino, de los coches que pasaban, que siempre aflojaban el paso, cambiaban las luces. Nunca sabias si te habian visto o no. 
!Cuánto tiempo ha pasado desde entonces! Ahora ya somos mayores. La discoteca ya no está. Ya no hay besos,  ya no hay borracheras, ni algun que otro cigarrillo... por no haber ni si quiera hay oscuridad. Una fila de farolas alumbran aquella carretera.
Se ha perdido el encanto.

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