No hay nada que fastidie más que no tener agua, sobre todo si te encuentras en tu lugar de trabajo, en el que sois casi cincuenta criaturas y solo se disponen de dos baños... el de chicos y el de chicas. Resulta curioso como después de algunas horas en las que su uso ha sido continuado, sin poder ser limpiado (es una de las desventajas de no tener agua) te llega el listo o la lista de turno para quejarse de lo sucio que está el baño... claro, es que los demás tenemos que aguantarnos las ganas, para que a ella o a él le llegue el baño limpio.
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