Mirar el baile desde la puerta, a sabiendas que nunca te será permitida la entrada es de ser un poco masoca. Pero imaginarte bailando dentro de él es aun mas estupido.
Nunca se te permitirá la entrada, ya lo sabes. ¿Por qué te empeñas en venir? No tienes remedio... aprender a vivir sin la necesidad de ir a bailar o ir día tras día a la puerta por si alguien se apiada de ti y te deja entrar, aunque solo sea por una canción. Son las dos opciones que tienes, si ya decidiste no volver nunca, ¿qué haces en la puerta otra vez? ¿No tuviste bastante la ultima vez? ¿y la anterior? ¿y la anterior?... ¡enterate ya! de una vez por todas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario