viernes, 8 de febrero de 2013

Ataques.

Afortunada o desafortunadamente nos ha tocado vivir este momento. ¡Cómo me gustaría saber lo que dirán de estos años, las generaciones futuras! Pero, eso seguramente no podrá ser. Seguramente estamos viviendo un momento como el famoso crack del 29... pero eso solo tiempo lo dirá.
Me atacan por todos los flancos y no sé como defenderme. Miro los periódicos y leo barbaridades: que si mi trabajo no es válido, que si soy un lastre para esta sociedad, una privilegiada y como tal debo pagar. Somos centro de todos los ataques, ya que si no se sabe a quien atacar, siempre estaremos los funcionarios para ser atacados. Es una pena, pero es así. La sociedad nos mira mal, ya que gozamos de un trabajo y los políticos y mandamases ven en nosotros la cabeza de turco con la que expiar sus culpas. 
Recortan en sanidad, en educación, construyen un pais de primera y otro de segunda. Los ricos, se hacen más ricos y mientras tanto, los pobres lo son aún más.
¿Qué hacer? Si un grano de arena no hace una playa, ni una gota llena el mar...
Tan sólo queda mi trabajo, o mejor mi TRABAJO, si con mayúsculas. Ya que soy profesora y creo que en mis manos están y estarán los que el día de mañana nos gobiernen. No me pueden convencer que mis alumnos y alumnas no llegarán a nada, no pueden convencerme que la educación y la formación que doy yo es de segunda, que no es válida, por no ser de pago. No nos debemos dejar convencer de que nuestro trabajo no sirve, porque aunque una gota no sea el mar, pero una tras otra formaran un mar inmenso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario