jueves, 9 de enero de 2014

Responsables

La ley nos pide, la ley nos ordena y nosotros con tanto vaivén nos volvemos tontos. Cada vez se enseña menos, se aprende menos y encima de todo engañamos a nuestros nubiles alumnos. El problema es cuando los alumnos no son dulces adolescentes fáciles de conformar.
Cumplimos la ley y nuestros alumnos aprueban, si no lo hacen la culpa es nuestra por supuesto, como todos deben aprobar (por imperativo legal, claro está) .
El problema es cuando nos encontramos con el chico o la chica que realmente le cuesta y con tanto bajar y bajar el listón le ponemos una notaza y le creamos falsas expectativas. Luego vendrán las decepciones.

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