jueves, 1 de septiembre de 2011

Las dos malditas horas.

En estos días cuando el curso está a punto de comenzar saltan a la actualidad medidas tomadas por políticos, que en la vida han entrado en un aula, pero que se ven en el derecho de legislar a su conveniencia. Afortunadamente no ejerzo en la comunidad madrileña, pero si creo que estoy en mi derecho a opinar. 
Leo en el periódico de hoy: "La mayoría de los madrileños trabajan más de 20 horas". Esta perlita la ha dicho la presidenta de Madrid. En estos momentos en los que el paro aumenta, poner un titular así es insultante. No trabajamos dieciocho horas, ni veinte, ni treinta, trabajamos treinta y siete. De estas horas estamos de permanencia en el centro son veinticinco, las demás son las horas para claustros, evaluaciones y distintas reuniones. Además hay que prepararse las clases, no somos un atajo de vagos que nos dedicamos tan solo a leer los periódicos,  si bien es cierto que hay alguno que hace esto, pero ¿no encontráis personajes así en todos los sitios?
Otra de las lindezas que suelta esta señora, es que tan solo tendremos mas alumnos y que tendremos que corregir más. Con aulas saturadas de alumnos... ¿cómo vamos a mejorar la educación? ¿cómo va a ser lo mismo atender a veinte que a treinta chavales? Que no se trata solo de corregir o de preparar más o menos exámenes o materiales... que se trata de atender en condiciones a los alumnos. ¡Por favor, que estamos a la cola de Europa en educación! 
 


No hay comentarios:

Publicar un comentario