lunes, 26 de septiembre de 2011

La bombilla

La bombilla se había fundido y daba al salón un aspecto lúgubre. Decidió que había que comprar una, y fue rauda a comprarla. No entendía bien por qué este tipo de bombillas siempre las vendían de dos en dos. Sin embargo, a la hora de comprar no vio lo que buscaba. Las bombillas estaban allí, las dos juntitas de una marca conocida, motivo por el cual le resultaron bastante caras. Decidió no comprarlas, ya las buscaría en otro sitio. Y se fue a los chinos. Como no encontró lo que buscaba, compró otra bombilla. La puso y no llego a cinco minutos, cuando se apagó. Dinero perdido... sin embargo al rato la bombilla comenzó a hacer ruidos extraños y lucio tenuemente. Aquella situación cuasi paranormal no terminaba de gustarle, así que decidió que cuando saliera de la ducha y la bombilla se hubiese enfriado, la quitaría.

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