Era una sensación extraña. Quería que el teléfono sonara. El pecho le oprimía, por su cabeza rondaba solo un pensamiento: ¿ella nunca sería feliz? ¿estaba destinada a estar sola toda su existencia?
Una voz martilleaba continuamente en su cabeza... eso no es para ti, siempre estarás sola, no te hagas ilusiones...
Intentaba por todos los medios ser positiva, buscar la parte buena de todo aquello, sin embargo no terminaba de encontrarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario