Hoy, tras varios meses sin hacer un sendero oficial he estado en Sierra Espuña, en Murcia. La verdad es que tengo delito hacerme 300 kilómetros para hacer tan solo quince de sendero. No obstante, ha merecido la pena. El tiempo nos ha acompañado, ni frío excesivo, ni calor, ni sol y tan solo una mijilla de viento.
El recorrido me ha demostrado que estoy medianamente en forma, he sido capaz de ir al ritmo que se marcó al principio de la jornada, he sido capaz de subir las tres cuestas campo a través y lo mejor he sido capaz de bajar esa pendiente sin llegar a caerme, aunque he tenido un momento de "¿y ahora por donde tiro?"
La jornada me ha traído noticias de lejos, es bueno saber que el trabajo se ha hecho medio bien, y que aunque solo fue una semana, se dejó un buen sabor de boca. También es bueno saber que mi forma directa de tratar ciertos asuntillos, quizás traumatizó a más de un padre o mejor a más de una madre. Si me veo en la misma otra vez... volveré a hacerlo tal como lo hice entonces, eso lo tengo bastante claro.
Bueno, ahora ya toca volver otra vez al trabajo, teniendo la certeza de que hay cosas a las que no quiero renunciar, como es mi senderismo.
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