domingo, 29 de septiembre de 2013

La misa

Era un domingo cualquiera de septiembre, de los que ya comienzan a hacer frío. Su madre le había informado, ese domingo era la misa de una de las cofradías , o proyecto de cofradía a la que pertenecían. Ella pensó que se trataba de una misa normal, de esas en las que te dan la medalla y poco más. Pero no fue así. 
Llegaron con tiempo, y sin embargo ya tuvieron que sentarse en el último banco. Era la presentación del estandarte,daban  medallas y hasta había un coro romero. Cuando se acercó a pedirle que leyera no pudo decirle que no, había sido tanto tiempo siendo la jefa de su madre. Leería la segunda lectura. 
Al momento se dio cuenta, había un señor que tenía una cámara de vídeo y que iba a grabar aquella Eucaristía. Pensó que tan solo grabarían la parte folclórica, al coro, la bendición del estandarte, la imposición de las medallas... ¿para qué grabar las lecturas?
Sin embargo, cuando vio que grababan la primera lectura, casi le da un sincope. A un metro de la persona que estaba leyendo. Evidentemente a ella la grabarían de la misma manera.  Qué vergüenza, no podía remediarlo. Leyó en voz baja, eso le dijo su madre cuando ella se sentó. Y no miró a nadie.
Después de su lectura,  aquella misa continuó. Mucho folclore, en realidad demasiado folclore para su gusto. Sobre todo no terminaba de entender, por qué tenía que haber un señor grabando aquello, que para ella algo íntimo y personal.

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