sábado, 2 de julio de 2011

El descanso.

No podía creerlo. No era posible, había desecho todas las maletas en un solo día. No contenta con eso ya tenía organizada la ropa que llevaría en sus múltiples viajes. Así que un viaje relámpago para cumplir con sus obligaciones presidenciales, recoger a su amiga y después casi una semanita relajada en la playa, descansando y desconectado de todo.

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