domingo, 24 de junio de 2007

Cuando las palabras no son las adecuadas, ni es el lugar correcto, ni la persona adecuada.

Hay veces, en las que se mete la pata. Se dicen cosas que mejor callarlas, ¿ o no? Creo que una de las cosas que me caracteriza, es mi impulsividad para decir las cosas, no se hasta que punto puede resultar apropiado decirle a una persona: "que mala cara que tienes" o a otra " mira es que me siento atraida por ti, me gustaría conocerte mas..." sobre todo cuando se dicen frases como la segunda, nos vemos en la tesitura de dar explicaciones, sobre todo si la frase viene acompañada de un par de copas de más y evidentemente la respuesta a la proposición no es la que nos esperábamos.

Pues si, tal vez haya personas que lo dejen ahí, con la vergüenza del rechazo, pero es que yo, ademas de lo impulsiva que soy, le doy muchas vueltas a las cosas y soy de las que cree que hablando se deben solucionar las cosas. Así que en la mayoría de las veces en las que la impulsividad me vence, y termino liándola, me veo en la obligación de hablar y poner en claro lo que dije, como lo dije, o a quien se lo dije.

Si, ahora mismo me encuentro en uno de esos momentos: en el de dar explicaciones. Seguro que no sirve para nada, bueno para nada no, para que yo me quede más tranquila.

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