Puente

No hay mejor manera de empezar el puente que haciendo tres horas de deporte. Una hora de entrenamiento para empezar a correr y dos horitas de sendero.

Zumba-tango

El mal tiempo y los exámenes de inglés han hecho que yo no vaya al gimnasio en un par de semanas ( si, ya se que todo esto son excusas, pero no se trata de excusarme hoy). El caso es que al faltar a mi clase de zumba durante unos cuantos días, hoy al volver me he llevado una sorpresa: nos han cambiado las canciones un poquito las coreografías. Pero lo más importante es que han empezado a aprender el tango.
Yo que pesaba que éste era un baile para bailarlo en pareja... pues no, que resulta que tiene su versión zumba. Ha sido un verdadero desastre... que difícil y más si las dos señoras delante mía parecían dos patos mareados... lo peor de todo, es que este jueves no voy a poder ir y seguro que se aprenden otros cuantos pasos más...

Aqui os dejo una muestra, más o menos, de lo que tendré que aprenderme en las próximas semanas.

Algunas verdades

¿Será que hoy estoy profunda y musical?

Un poquito de positividad

San Valentin

Ayer, ya que hoy por fin ya es quince, fue el día de los enamorados. San Valentin para ser más exactos. Las redes sociales se han llenado de ramos de flores, joyas, bombones... El amor lo ha inundado todo. Todos y todas lo han celebrado con sus parejas, todos aquellos que tienen pareja, porque los que no tenemos pareja tenemos que aguantar tanto amor que lo único que consiguen es ponerme de mala leche.

Sierra Espuña

Hoy, tras varios meses sin hacer un sendero oficial he estado en Sierra Espuña, en Murcia. La verdad es que tengo delito hacerme 300 kilómetros para hacer tan solo quince de sendero. No obstante, ha merecido la pena. El tiempo nos ha acompañado, ni frío excesivo, ni calor, ni sol y tan solo una mijilla de viento. 

El recorrido me ha demostrado que estoy medianamente en forma, he sido capaz de ir al ritmo que se marcó al principio de la jornada, he sido capaz de subir las tres cuestas campo a través y lo mejor he sido capaz de bajar esa pendiente sin llegar a caerme, aunque he tenido un momento de "¿y ahora por donde tiro?" 

La jornada me ha traído noticias de lejos, es bueno saber que el trabajo se ha hecho medio bien, y que aunque solo fue una semana, se dejó un buen sabor de boca. También es bueno saber que mi forma directa de tratar ciertos asuntillos, quizás traumatizó a más de un padre o mejor a más de una madre. Si me veo en la misma otra vez... volveré a hacerlo tal como lo hice entonces, eso lo tengo bastante claro.

Bueno, ahora ya toca volver otra vez al trabajo, teniendo la certeza de que hay cosas a las que no quiero renunciar, como es mi senderismo.

Nervios

No tengo remedio, en un par de meses cumpliré una pila de años y aun  me pongo supernerviosa a la hora de enfrentarme a un examen. Sobre todo si el examen es de inglés. ¿Los motivos?  Principalmente es que no se estudiarlo. En clase se trabaja el vocabulario, la gramática y en el examen debes unir ambas cosas y hacer una redacción, pero no sirve cualquiera tiene que tener el nivel adecuado, si estás en cuarto no puedes hacer una redacción de primero...  

Luego están los listening, de esto mejor no hablar, ya que no se entienden la mayoría de las veces, y los reading... aquí si que juega el azar, por mucho que leas tienes que tener la suerte de tu lado para entender y conocer las palabras del mismo.

Creo que no voy a aprender nunca: nunca dejaré de tener nervios frente a un examen,