martes, 4 de septiembre de 2012

Compras

Ella necesitaba unas estanterías. Necesitaba colocar todos aquellos libros que aún guardaba en cajas. Miró y rebuscó por la red a ver si encontraba algo que satisficiera sus necesidades. Por fin encontró algo que medianamente se adaptaba a lo que ella necesitaba.
Cogió el coche de su padre y se pusieron en marcha. Cinco estanterías, que una vez montadas, llenarían toda la pared de la habitación.
Comenzaron a montarlas. Todo iba bien, habían montado ya tres cuando en la cuarta: ¡ falta una de las piezas! No puede ser... rapidamente llamó a aquella tienda, pensando que tendría que devolverla. Sin embargo con solo llevar el ticket y la referencia asunto arreglado.
Se levantó temprano y se dirigió a aquel comercio, ticket y referencia en  la mano.
Tras un breve vistazo al ticket y tras preguntar si existía una estantería similar, se fueron ha buscar dicha estantería. El dependiente abrió la caja que envolvía la estantería y buscó la pequeña pieza que le faltaba y se la dio. Así de sencillo, abrir la caja y coger la pieza.
De pronto, se dio cuenta de que la caja que tenía en su casa había sido abierta. Alguien antes que  ella había comprado una estantería y como no tenía aquella pequeña pieza habría realizado el mismo peregrinar hasta conseguir aquella piezecita que tanto le había costado a ella conseguir.

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