Soy funcionaria. Sé que debería poner lo del tema de funcionaria en mayúsculas... pero bueno. El caso es que después de ocho años estudiando las benditas oposiciones, cinco de ellos trabajando por la mañana y como no. Intentando estudiar por las tardes, además de preparar, corregir y programar, ya que además de ser funcionaria soy profesora.
Hubo un tiempo en el que yo era una pardilla, tanto estudiar para ganar tan poco... ahora ya no es así. Siempre nos han metido a todos dentro de un mismo saco, dentro de un gran saco. Se supone que no trabajo, que me dedico a tomar café y leer el periódico. Claro que esto no lo dice cualquiera, lo dice un alto cargo del gobierno. Café, por supuesto que me tomo en el ratito del recreo, momento de descanso personal, siempre y cuando no tenga una reunión o que atender a un padre. Es mi tiempo libre, pero si tengo una de las cosas anteriores, el café se olvida. ¿Periódico? De vez en cuando veo alguno que otro, siempre con un par de días de retraso.
Soy funcionaria y como a tal, primero me han bajado el sueldo y después me lo han congelado, me han subido el IRPF, me subirán las horas de trabajo... sacaremos al país de la crisis económica en la que estamos sumidos, ya que al parecer somos los únicos a los que se les puede pillar.
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