Hay muchas veces en la vida en las que nos empeñamos en "salvar", en ayudar, en consolar... ponemos todo nuestro empeño, nos esforzamos al máximo, pero no es suficiente, de hecho no es que no sea suficiente: es que no quieren nuestra ayuda, por mucho que nosostros nos empeñemos... y la verdad es que te duele, porque realmente lo que quieres es ayudar, salvar o consolar.
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