Hasta hace muy poco yo era una de esas que tras la comida esperaba ver su culebrón preferido. Hablo en pasado, simplemente por el hecho de que mi culebrón favorito se terminó. Bueno en realidad no, y en enero volveré a verlo en otra cadena televisiva... (lo que nos ha traido la crisis) . El caso es que he descubierto una serie americana. Ya la había visto alguna que otra vez, pero ahora le estoy cogiendo el gusto. Serie de frikis, pero frikis, frikis y hablan de fisica, y viven en una casa con pizarra blanca llena de diferenciales y gradientes.
Y es que aunque a veces se me olvide, yo estudié una carrera de frikis. No es que me considere tal, ya que no soy de comic, ni de superhéroes, ni soy tan rarita como los protagonistas de esta serie. Sin embargo, verla me recuerda que la vida no se acaban en las fracciones y si me apuras un poco más hasta en las integrales... hay muchas más matemáticas aunque yo solo trabaje con las básicas. Y me entran ganas de trabajar con ellas... ¿será que en el fondo si que soy un poco friki?