El día habia sido largo. El despertador sonó a las seis de la mañana y comenzó el largo peregrinar. Eran lentos, demasiado lentos. Casi una hora para desembarcar y despues un par mas para llegar hasta la ciudad de la torre. Fotos aguantando la torre y souvenirs a montones. No sabian como iban a meter tantas cosas en aquel pequeño autobus.
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