Las decisiones. Hay que saber tomarlas, aunque claro está todo el mundo tiene el derecho a equivocarse, todo el mundo tiene el derecho a estrellarse, tiene derecho a sufrir, a llorar y a penar por una decisión mal tomada. Podemos aconsejar, no imponer.
Aunque nos duela, las decisiones tan solo las tienen que tomar las personas implicadas... los demás no.
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