No es que me haya vuelto loca, supongo que será deformación profesional, creo que se llama así. Es que la jornada ayer fue de lo mas matemática posible. En primer lugar comencé haciendo la foto de un anillo, que la pobre chavala del mismo, me miró de forma muy extraña. Pero es que un anillo en forma de hélice es digno de ser fotografiado.
"Dos magnitudes son inversamente proporcionales si cuando una aumenta la otra disminuye y viceversa. Así por ejemplo el tiempo empleado en pintar una pared y el número de pintores que la pintan, o la velocidad a la que va un coche y el tiempo que tarda en recorrer una determinada distancia". ¿A que viene esto? Pues que muchas veces las relaciones con las personas son inversamente proporcionales: cuanto menos caso hagas, más caso te hacen a ti. Claro que en estos casos, hay que saber encontrar el equilibrio para no fastidiarla.
Ahora me toca hablar de la probabilidad, si esa ciencia que te dice la posibilidad de que te toque la lotería. Ya de por si, la considero una ciencia estúpida, es que eso de que tenga un 99,9% de que me toque el tema que me sepa y cuando salen las bolas no me lo sepa , la verdad es que fastidia. Si además de todo esto, le metemos el factor humano, pues sale lo que sale: probabilidad de ocupar un sitio entre cuatro igual a uno, para los profanos en la materia es decir que aunque había cuatro lugares que elegir daba igual los otros tres, que la persona ocupó el que yo supuse cuando me planteé el problema.
A ver como se plantea esta noche, que me parece que no va a ser tan matemática como la de ayer, pero que se le va a hacer.
"Dos magnitudes son inversamente proporcionales si cuando una aumenta la otra disminuye y viceversa. Así por ejemplo el tiempo empleado en pintar una pared y el número de pintores que la pintan, o la velocidad a la que va un coche y el tiempo que tarda en recorrer una determinada distancia". ¿A que viene esto? Pues que muchas veces las relaciones con las personas son inversamente proporcionales: cuanto menos caso hagas, más caso te hacen a ti. Claro que en estos casos, hay que saber encontrar el equilibrio para no fastidiarla.
Ahora me toca hablar de la probabilidad, si esa ciencia que te dice la posibilidad de que te toque la lotería. Ya de por si, la considero una ciencia estúpida, es que eso de que tenga un 99,9% de que me toque el tema que me sepa y cuando salen las bolas no me lo sepa , la verdad es que fastidia. Si además de todo esto, le metemos el factor humano, pues sale lo que sale: probabilidad de ocupar un sitio entre cuatro igual a uno, para los profanos en la materia es decir que aunque había cuatro lugares que elegir daba igual los otros tres, que la persona ocupó el que yo supuse cuando me planteé el problema.
A ver como se plantea esta noche, que me parece que no va a ser tan matemática como la de ayer, pero que se le va a hacer.
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